¿Si al sobrepeso no se llega en dos días, por qué queremos bajar de peso en una semana?
Este objetivo, puede funcionar como detonante de diversos trastornos de la conducta alimentaria, especialmente en personas con baja autoestima y fuertes valores estéticos, que basan su bienestar emocional en la aprobación externa por medio de su imagen corporal”, advierte Margarita Carrasco, psicóloga de BluaU de Sanitas.
Las consultas de las dietistas-nutricionistas se llenan en mayo y junio porque todavía hay gente que sigue la famosa operación bikini. No es cuestión de adelgazar en dos meses, sino que se trata de tener y mantener un estilo de vida saludable durante todo el año, y eso pasa por cambiar de hábitos, señala Paula Crespo, presidenta del CODiNuCoVa, -Colegio Oficial de Dietistas-Nutricionistas de la Comunitat Valenciana-, con motivo del Día de la Nutrición que se celebra el 28 de mayo.
Son muchos los españoles que se ponen a dieta antes del verano y tienen como objetivo perder entre 3 y 4 kilos. Pero, ¿todo vale para tratar de estar en forma?
La respuesta es no. Día tras día aparecen en el mercado nuevas dietas para adelgazar, conocidas comúnmente como “dietas milagro”, que un 60% reconoce haber probado y un 45% incluso, más de una.
Estas dietas pueden ser muy diferentes entre sí, pero todas se caracterizan por ser muy bajas en calorías, desequilibradas, y, sobre todo, peligrosas para la salud, ya que se trata de dietas poco educativas y en las que, una vez finaliza el periodo de régimen, no se aprende cómo comer correctamente, por lo que es posible que se recupere el peso perdido provocando el conocido efecto “rebote” debido a que al comer tan pocas calorías se activan diferentes rutas de “emergencia” en nuestro cuerpo, provocando que una vez se vuelva a la alimentación habitual, se repongan los kilos perdidos con un efecto “yo-yo”.
Las conocidas como “dietas milagro” están caracterizadas por prometer una rápida pérdida de peso, pero conllevan grandes peligros para la salud como deficiencias nutricionales, daños en órganos como los riñones o el hígado o cambios metabólicos que afectan al buen funcionamiento del organismo.
En este contexto cabe destacar que, según la última Encuesta Europea de Salud en España, el sobrepeso y la obesidad se han convertido en uno de los principales problemas de salud en España, con una prevalencia del 53,6%. Esta situación abre la puerta a un mercado enormemente rentable, el de las mencionadas dietas milagro que, a pesar de carecer de asesoramiento profesional y evidencias científicas sobre su eficacia, tienen gran popularidad.
Existen tres grandes grupos que engloban este tipo de dietas: dietas hipocalóricas desequilibradas, dietas disociativas y dietas excluyentes.
Aunque es posible adelgazar con este tipo de pautas, el descenso de peso es insostenible en el tiempo pues se produce mediante la privación de nutrientes, la restricción de alimentos y la reducción drástica de calorías. Todo ello hace que sean poco efectivas, asegurando el “efecto rebote” y generando un círculo vicioso en el que no solo la salud física puede verse comprometida.
Las denominadas "dietas milagro", pueden suponer una amenaza para la salud mental de la persona que las realiza.
El supuesto objetivo de estas dietas es conseguir resultados inmediatos y sin esfuerzo, lo que resulta muy deseable y a su vez, poco alcanzable.
Por tanto, este objetivo, puede funcionar como detonante de diversos trastornos de la conducta alimentaria, especialmente en personas con baja autoestima y fuertes valores estéticos, que basan su bienestar emocional en la aprobación externa por medio de su imagen corporal”, advierte Margarita Carrasco, psicóloga de BluaU de Sanitas.
Para perder peso sin poner en riesgo la salud es importante hacerlo de una manera controlada y guiada por un nutricionista que tenga en cuenta tanto los gustos personales de cada persona, como el metabolismo, la composición corporal y el historial clínico.
“Crear unas pautas personalizadas y adaptadas a las características de cada persona es esencial para asegurar el éxito a largo plazo y, sobre todo, para crear hábitos saludables”, añade Natalia Galán, nutricionista de Sanitas. “La educación nutricional es clave para llevar a cabo una dieta saludable y equilibrada todos los días y evitar caer en la trampa de las dietas milagro”, destaca.
En este sentido, la experta señala algunos aspectos esenciales a tener en cuenta para perder peso de forma saludable y sostenible en el tiempo:
- Las pautas alimentarias orientadas a la pérdida de peso siempre deben estar supervisadas por un profesional para evitar posibles riegos de salud y garantizar un correcto equilibrio nutricional.
- La hidratación, aunque es muchas veces la gran olvidada, es fundamental para garantizar las funciones metabólicas y, por lo tanto, para alcanzar los objetivos a la hora de adelgazar. Asimismo, pequeños gestos como el control de las cantidades, la reducción de la ingesta de alcohol, de los alimentos ultraprocesados y de las grasas saturadas permitirán conseguir el déficit calórico sin cambios drásticos y mejorando la salud.
- Paralelamente a la alimentación, es indispensable mantener un estilo de vida saludable que incluya la realización de ejercicio físico regular para aumentar el gasto calórico y, al mismo tiempo preservar la masa muscular.
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