Su consumo crece un 50% en Navidades
Acuicultura: pescado bajo demanda para un mundo más sostenible
Consumir pescado de acuicultura tiene sus ventajas. Sus precios no se disparan y su frescura está garantizada porque su producción y pesca se modula en función de los pedidos. Su trazabilidad y que estén libres de anisakis es otro de sus puntos fuertes.
Consumir pescado de acuicultura tiene sus ventajas. Sus precios no se disparan, porque su pesca es totalmente predecible y su logística permite que lubinas doradas y corvinas estén en los puntos de venta a las 24/48 horas de su pesca. Los sellos de calidad como el de “Crianza de nuestros Mares” aseguran calidad, trazabilidad y frescura todo el año.
Consumimos el doble de pescado que hace 50 años
La FAO calcula que estamos pescando dos tercios de los principales pescados comerciales del mundo por encima del nivel en el que las especies pueden mantenerse.
Ello ha obligado en repetidas ocasiones a prohibir faenar en algunos caladeros para respetar la parada biológica necesaria para la recuperación de las especies. Por ello, sobre la acuicultura descansa buena parte de las expectativas para satisfacer la creciente demanda de proteínas de pescado.
La empresa Frescamar en sus centros de cultivo de la Comunidad Valenciana prevé producir 2000 toneladas de corvina en el 2018
En los últimos 50 años, el consumo de productos pesqueros en el mundo se ha duplicado. Esto ha sido posible gracias al crecimiento experimentado por la actividad acuícola. El despegue de la actividad acuícola española se mantiene como una de las más significativas de la Unión Europea, tras superar la barrera de las 300.000 toneladas en 2014, con una cifra de negocio de 415 millones de euros.
España, una potencia en acuicultura
Así, la acuicultura española liderará en 2030 esta actividad en la Unión Europea en términos productivos y tendrá un mayor peso en términos económicos, con lo que reforzará su papel dinamizador en las zonas rurales y litorales a través de la creación de empleo. Al mismo tiempo, garantizará a los consumidores productos de la máxima calidad, a través de procesos sostenibles.
Las costas españolas ya sean las mediterráneas o atlánticas destacan por su pescado y marisco de mar abierto y ahora también por ser uno de los mejores criaderos de pescado cuyos centros de cultivo se encuentran a pocos kilometros de la costa, en lo que se llama cultivos de estero.
La cría de la lubinas, doradas y corvinas
Frescamar Alimentación –con el respaldo de Andromeda Group- ha apostado firmemente por las corvinas y aspira a producir en España 2000 toneladas en 2018 e incorporar progresivamente nuevos mercados destino para su exportación. Su previsión es alcanzar en unos años los niveles de consumo de doradas y lubinas, las especies más demandadas actualmente.
En los tres centros de cultivo de la división ibérica del Grupo, situados en mar abierto y ubicados en la Comunidad Valenciana (Burriana, Calpe y Villajoyosa), la producción se realiza con un exhaustivo control durante todo el proceso y un total respeto por el medio ambiente.
La trazabilidad y su carencia de anisakis, dos de sus puntos fuertes
La trazabilildad de la acuicultura y que estos pescados estén libres de anisakis es uno de sus puntos fuertes. Si a esto le sumamos los sellos de calidad como el de “Crianza de nuestros mares” que garantizan un compromiso de calidad en todo el proceso, por parte de los criaderos , respeto al medio ambiente no es de extrañar que las ventas de estas especies crezcan año tras año.