Decálogo para una correcta salud visual : los diez nutrientes imprescindibles
Implementar en el día a día una alimentación sana y equilibrada acompañada de una rutina de actividad física, es clave para poder disfrutar de una vida saludable en general, y de nuestros ojos en particular.
Es conocido por todos que una buena alimentación es uno de los pilares básicos para poder disfrutar de una vida saludable. Llevar una dieta equilibrada y variada ayuda a que todas las partes de nuestro organismo funcionen a la perfección y por eso, los profesionales de Clínica Baviera y coincidiendo con El Día Mundial de la Alimentación, nos recalcan la importancia que tiene implementar una buena rutina de alimentación en nuestro día a día para cuidar, de nuestro cuerpo en general, y de nuestros ojos en particular.
La vista es uno de los sentidos más importantes de nuestro organismo
La vista es uno de los sentidos más importantes de nuestro organismo. A través de los ojos recibimos una gran variedad de información que nos es de vital importancia para nuestro día a día, de ahí que sea muy importante cuidarlos y protegerlos de la mejor manera posible. “Los ojos son uno de los órganos más delicados y uno de los sentidos que más información nos proporciona del exterior. Cuidarlos con una buena higiene ocular y estar alerta ante posibles problemas visuales, bajo la supervisión siempre de un profesional oftalmólogo, son gestos muy importantes. Acompañar estos hábitos junto con una alimentación rica y variada en vitaminas, ayudan en gran medida a cuidar nuestra salud visual” afirma el doctor Javier Sanz, oftalmólogo de Clínica Baviera Madrid.
Por ello, los profesionales de Clínica Baviera han desarrollado el siguiente decálogo.
Los diez nutrientes más importantes para ayudarnos a tener una buena salud visual
Vitamina A: la encontramos en zanahorias, tomates, pimientos rojos, espárragos y algunas verduras de hoja verde, como la albahaca. Gracias a este nutriente ayudamos al buen funcionamiento de la retina y cumple un papel esencial en la visión nocturna. Se obtiene a partir de un tipo de antioxidantes, llamados carotenos, presentes sobre todo en alimentos vegetales de color rojo o naranja.
Vitamina B2: está en diversas verduras, en la leche, harinas integrales o levadura de trigo. Es importante para prevenir y tratar problemas oculares como la fotofobia, la sensibilidad a la luz o el síndrome del ojo seco.
Vitamina B6: la podemos encontrar en el pescado, el pollo, las legumbres, los frutos secos y frutas como el plátano, las fresas o el melón, entre otras. Ayuda al buen funcionamiento del sistema nervioso, por lo que puede ayudar en caso de inflamación de los ojos o sensibilidad a la luz
Vitamina B12: está presente en alimentos de origen animal, como la carne, los huevos o los lácteos, así como en el pescado o el marisco. Una de las mejores fuentes de vitamina B12 son los mejillones. Favorece la evitación de hiperemia ocular (ojos rojos) y de las úlceras corneales.
Vitamina C: se encuentra en diferentes frutas y verduras que se consumen crudas, como el tomate, los pimientos, los cítricos o verduras de hoja verde. Este nutriente favorece la buena salud del cristalino, es esencial en la prevención de las cataratas y ayuda en la prevención y control de la degeneración macular asociada a la edad (DMAE).
Vitamina E: está en verduras de hoja verde, frutos secos o aceite de oliva. Actúa como antioxidante en el organismo y en los ojos contrarresta la acción de los radicales libres para proteger de enfermedades como las cataratas o la degeneración macular retiniana.
Ácidos grasos omega 3: lo encontramos en alimentos de origen vegetal como las nueces o los aguacates y en alimentos de origen animal como los huevos y los de origen marino, tanto pescados como mariscos, sobre todo el salmón, el atún, las sardinas, los mejillones o las almejas, entre otros. Actúan ayudando en la prevención de la DMAE, el glaucoma o el síndrome del ojo seco.
Flavonoides: en este grupo destacan las manzanas, las uvas, las pasas, las cerezas cebollas, brócoli, puerros, la soja, los arándanos y el té. Destacan por su efecto beneficioso en la retina y en su correcta vascularización, previniendo la DMAE.
Selenio y zinc: estos minerales los podemos encontrar en alimentos como las legumbres, los cereales integrales, las espinacas, las setas, los frutos secos y los mariscos como las ostras, las almejas y los mejillones. Ambos ayudan a favorecer una correcta salud retiniana.
Potasio: se encuentra sobre todo en plátanos, higos, melón y cítricos. Actúa como un antioxidante en nuestros ojos.
Todos estos alimentos pueden ayudar a tener una buena salud visual, pero sobre todo, es importante realizarse revisiones oftalmológicas de manera periódica así como seguir las recomendaciones del especialista en cuanto a la prevención y tratamiento de problemas visuales en caso de necesitarlo.