Reinterpretando la receta tradicional de gazpacho andaluz
El gazpacho ha ido evolucionando con el paso del tiempo, y a lo largo de los años han surgido nuevos modos de preparar gazpacho que atienden a costumbres locales o se adaptan al gusto de la sociedad.
Si pensamos en un plato veraniego, el gazpacho es el rey de todas las casas. Ya sea en su versión tradicional, o más sofisticada, no existe una receta más sencilla y refrescante, ideal para las altas temperaturas.
El gazpacho es uno de los platos clásicos de nuestra gastronomía y tanto dentro como fuera de nuestras fronteras su sabor, textura y frescura son ampliamente reconocidos.
Su origen es anterior al descubrimiento de América y su receta no incluía tomate hasta el siglo XIX. El gazpacho ha ido evolucionando con el paso del tiempo, y a lo largo de los años han surgido nuevos modos de preparar gazpacho que atienden a costumbres locales o se adaptan al gusto de la sociedad.
Gazpachos hay muchos, pero no todo el mundo conoce las diferentes tipologías y variaciones de la receta tradicional.
La receta más popular de gazpacho incluye los ingredientes tradicionales: tomate en su punto justo de maduración que aporta dulzura, pimiento, pepino, cebolla, ajo, un poco de miga de pan del día anterior, aceite, vinagre y sal. Tanto en vaso como en bol el gazpacho original es una opción sabrosa y refrescante, perfecta para tomar como entrante en tus comidas o cenas.
La presentación clásica del gazpacho tradicional andaluz es servirlo con una guarnición de sus ingredientes, cortados muy pequeños. Pepino crudo cortado en dados, pimiento cortado en cuadraditos y cebolla picada. Cada elemento en un platito para que los comensales puedan servirse a su gusto. Así es como lo hacen en el restaurante Al Zagal de Granada. Costumbre que se está perdiendo y sustituyéndose por una presentación en vaso, al convertirse el gazpacho en un aperitivo.
Para obtener un buen gazpacho es muy importante cuidar la calidad y frescura de los tomates y hortalizas frescas, asi como utilizar una buen aceite de oliva virgen extra. Como toque final, vinagre de vino, -la mezcla de vinagre de vino blanco y vinagre de Jerez-, es indispensable para conseguir el sabor intenso y refrescante tan característico del gazpacho.
Sin embargo, para gustos, gazpachos. Hay personas a las que les encanta disfrutar del gazpacho de siempre pero el sabor les resulta fuerte. La solución pasa por eliminar el pepino y el ajo. Al prescindir de estos ingredientes de la ecuación, la frescura del gazpacho se mantiene y el sabor se suaviza en gran medida.
En el restaurante Al Zagal del hotel Center de Granada, además de preparar el gazpacho andaluz sin pan, -una tendencia que está en alza-, su cocinero tiene un truco para que su color sea de lo más apetecible. En este receta se utiliza ajo, pero sin su germen, que es lo que hará que le pueda repetir.
La receta de gazpacho andaluz del restaurante Al Zagal del Hotel center
Ingredientes:
- 1 kilo de tomates
- 100 gr. de cebolla
- 50 gr. de pimiento verde
- 100 gr. de pepino
- 10 gr. de sal
- 35 gr. de vinagre de vino o manzana
- 1 diente de ajo (sin germen)
- 50 gr. de aceite de oliva virgen extra
Paso a paso:
1. Lavar bien todas las verduras y secarlas con un paño. Después, se pican: tomate, pimiento, pepino, cebolla y ajo. Si hay pasapuré, no hace falta pelar el tomate. Pero esto va al gusto del chef.
2. Se echa todo picado en la batidora con un poco de agua, y después, se agrega la sal y el vinagre y se tritura hasta que quede una textura uniforme.
3. ¡El truquito del chef de Hoteles Center! Una vez ha quedado todo triturado en la batidora, se vuelve a encender el motor de la batidora y se va añadiendo el aceite en forma de hilo, poco a poco. ¡El color se vuelve rojo intenso y mucho más apetecible!
Dejar reposar al menos media hora en frío y presentar con dados de verdura picada. ¡LISTO!