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Efecto protector del vino sobre el sistema cardiovascular

Hoy día es habitual acompañar la comida con un poco de vino. Esta costumbre se ha convertido en un hábito saludable entre la población adulta. Cada vez son más los efectos beneficiosos que conocemos del vino en materia de nutrición y salud. Los resultados de estudios recientemente publicados aportan nueva luz sobre los mecanismos a través de los cuales el vino ejerce un efecto protector sobre el sistema cardiovascular.

Redacción, Sabormediterraneo.com

Según el estudio "Efectos del consumo moderado de vino y de la ginebra sobre los marcadores sistemáticos de la arterioclerosis", realizado en el Hospital Clínico de Barcelona por el equipo del Dr. Urbano y con el Dr. Ramón Estruch como investigador principal, beber vino con moderación reduce la mortalidad por infarto y enfermedades cardiovasculares, en general. Además, el vino es un poderoso antioxidante y antiinflamatorio, por lo que actúa como inhibidor en las primeras fases de la arterioesclerosis.

El estudio, publicado en las revistas Atherosclerosis y American Journal of Clinical Nutrition, incide en que sólo se puede hablar de efectos beneficiosos en el caso de consumo moderado. Asimismo, se han comparado los efectos del consumo moderado de vino con los de un gin tonic sobre varios marcadores relacionados con la aparición y progresión de la arteriosclerosis. A una serie de 40 varones sanos de una edad media de 37 años se le solicitó que consumieran dos vasos de 160 ml de vino al día durante un mes, y después la misma cantidad de alcohol al día (30 g/día) en forma de un gin tonic (100 ml de ginebra con tónica) durante otro mes. La ginebra es una bebida alcohólica prácticamente pura (no contiene polifenoles), por lo que las diferencias que se observaran tras el consumo de vino, y no tras la toma del gin tonic, habría que atribuirlas a los componentes no alcohólicos de vino, principalmente su contenido en polifenoles.

Actualmente la arteriosclerosis se considera como una enfermedad inflamatoria de las arterias, por lo que se decidió estudiar los efectos de estas dos bebidas sobre una serie de parámetros relacionados con la aparición y desarrollo de la arteriosclerosis, como son las moléculas de adhesión de los monocitos sanguíneos y su capacidad de adhesión de la pared endotelial. Estas moléculas son los puntos de anclaje de las células sanguíneas para poder adherirse primero y después migrar al interior de la pared de los vasos sanguíneos. Una vez dentro de la pared de las arterias se cargan de lípidos y se forma la placa de ateroma, que al inestabilizarse puede dar lugar a un infarto de miocardio o a una trombrosis cerebral.

En el estudio publicado en la revista Atherosclerosis se ha comprobado que tras el consumo tanto de vino como de ginebra se reducían los niveles sanguíneos de tres marcadores sanguíneos de la inflamación, la proteína C reactiva, el fibrinógeno y la interleukina 1alfa, lo que indica que este efecto es debido al etanol contenido en ambas bebidas. No obstante, sólo tras el consumo de vino se apreció una reducción muy significativa de las moléculas de adhesión monocitarias y endoteliales, por lo que este mayor efecto anti-inflamatorio del vino debía atribuirse a los componentes no alcohólicos del vino, los polifenoles.

En el estudio publicado en la revista American Journal of Clinical Nutrition se analizó la capacidad de monocitos humanos obtenidos tras el consumo de 30 g de alcohol al día en forma de vino o de ginebra durante un mes de adherirse a una línea de células endoteliales. Se comprobó que tras el consumo de ginebra había una reducción de la adhesión de los monocitos a las células endoteliales, pero después del consumo de vino la adhesión era prácticamente nula. Se trata, pues, de un trastorno funcional de los monocitos debido a la reducción de las moléculas de adhesión de su membrana tras un mes de consumo moderado de vino. Estas células, al tener menos facilidad para penetrar al interior de la pared arterial, retrasarían el inicio y la progresión de la arteriosclerosis.

En conclusión, los resultados de estos dos estudios recientemente publicados aportan nueva luz sobre los mecanismos a través de los cuales el vino ejerce un efecto protector sobre el sistema cardiovascular.

MÁS INFORMACIÓN EN ATHEROSCLEROSIS Y AMERICAN JOURNAL OF CLINICAL NUTRITION.

EFECTOS DEL CONSUMO MODERADO DE VINO Y DE LA GINEBRA SOBRE LOS MARCADORES SISTEMICOS DE LA ARTERIOSCLEROSIS. Estruch R, Sacanella E, Badia Eva, Antúnez, E, Nicolás JM, Fernández-Solá J, Rotilio D, Rubin E, de Gaetano G y Urbano-Márquez A. Atherosclerosis 2004; 80: 225-230.

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